SICILIA: Taormina

Para llegar a Sicilia había dos opciones: por tierra, en tren, cruzando la Calabria hasta la punta que enfrenta la isla, y ahí tomar un ferry de corta duración, o tomar directamente un ferry, dormir toda la noche en él y despertarnos con la costa siciliana. Por supuesto que ésta segunda opción era la más atractiva, asi que averiguamos un poco, y ese mismo día, por la mañana, reservamos lugar en el ferry turístico que salía de la ciudad de Salerno. Está cerquita de Sant Agnello, y para llegar tuvimos que atravesar nuevamente toda la costa amalfitana haciendo combinaciones de tren-bus-bus. Llegamos a la hora de la siesta, cuando la ciudad estaba tranquila; en el sur de Italia entre las 12:30 y las 17 mas o menos, las ciudades duermen en serio!! y Luego todo se reactiva como hasta las 20 hs. Teníamos que pasar todo el día hasta tomar el ferry casi a medianoche. Así que dejamos el equipaje en la estación de trenes y fuimos a recorrer un poco.
Salerno es una ciudad portuaria, con un puerto comercial grande e importante, y su puerto turístico también. Es muy linda ciudad, prolija, limpia y ordenada; contrastaba bastante con Napoli. Si bien caminamos un buen rato conociendo, fué una jornada tranquila, y nos vino muy bien para recuperarnos de tantos dias de caminata, que ya se estaban sintiendo en mi cintura!

Aca fué donde tomamos los helados más ricos hasta lo que va del viaje (que ya no queda mucho).
Esa noche dormimos en barco, y estábamos chochas, una experiencia totalmente nueva.
Nos despertamos viendo la costa de la ciudad siciliana de Messina, de donde teníamos que tomar un tren.

El destino era Taormina, que habiamos decidido en los últimos días luego de barajar diferentes posibilidades. Nos habiamos dado cuenta ya que no íbamos a poder conocer mucho más de la isla, que era grande y el tiempo, ajustado.
Entonces, de la estación portuaria, a la de trenes que estaba ahi nomás. Y a poco de subir al tren ya se empezaba a ver el mar Iónico, y de nuevo con el calorcito que hacía, no teníamos muchas ganas de movernos. La costa era distinta a la que ya habíamos visto; de un lado el mar, con playas, y del otro sierras y montañas verdes... Ya llegando a Taormina decidimos que no nos íbamos a mover, y que no íbamos a conocer las ruinas griegas de Agriggento, algo que nos iba a llevar un día entero agotador.
Sicilia realmente parece ser un lugar hermoso. Le llaman  "la tierra del sol" y realmente ya entrado el otoño, hacia bastante calor todavía; volvimos al veranito! Naturalmente es precioso y tiene mucha historia.
Es que el sur de Italia y especialmente Sicilia, estuvo habitada por los griegos (hay prueba de esto con las numerosas ruinas que hay en distintos lugares, una de las mejores conservadas en Agriggento), que desembarcaron ahí y fundaron la primer colonia griega en la ciudad de Naxos, al ladito de Taormina, como en el siglo V AC. Esta era la época de la Grecia Magna, en su apogeo. Taormina fué fundada en el siglo III AC, y lo que queda de esta civilización en la ciudad es un antiguo teatro griego.

Luego vinieron los romanos, que con la expansión del imperio absorvieron todo e hicieron varias modificaciones, entre las cuales estuvo el uso que se le dió al teatro, el que pasó a ser un anfiteatro, donde se podían ver las luchas entre gladiadores y animales feroces, principales entretenimientos de los romanos.
En fin, nuestra estadía fué de descanso, sol y playa. Pude meterme al mar de nuevo, así que imaginense que hacía bastante calor.
Las playas no tienen realmente arena, sino piedras, lo que las hace bastante incómodas para transitar, pero ese mar es una belleza total!
Y la ciudad es hermosa también con un centro histórico bellisimo como todas, pero especialmente ésta está llena de callejuelas que se entremezclan y hacen qeu facilmente uno se pierda... a la noche es preciosa! Pero es una ciudad muy poco práctica, ya que está construída en lo alto de una colina, pero bien alto, y se comunica con la parte de abajo donde también hay viviendas y está la playa, con escaleras, muchas escalera. Aunqiue también está el funicular; pero hasta que lo descubrimos tuvimos que bajar y subir muuuuuchas escaleras, y aunque se use el funicular, siempre algún tramo de escaleras teníamos que hacer para llegar a nuestro alojamiento, nuncca pudimos zafar.

Pero Taormina nos hizo cargar pilas de nuevo, y nos dejó ganas de volver a Sicilia...